Saber escoger lo que compras en el mercado es una life skill de adulto independiente que hará que tu cena navideña sea aún mejor. Sigue estos consejos y te prometemos que no harás el oso.

Vas caminando tranquilamente por el tianguis, dispuesto a elegir en el mercado tu frutita, haciendo tu despensa como todo un adulto independiente y de pronto observas a muchas personas escogiendo de una reja de frutas, te acercas y ves un ofertón. De volada empiezas a meter a tu bolsa lo que está al alcance, pero ves que la señora de al lado es muy selectiva al escoger cada pieza. ¿Qué está pasando? ¿Por qué la doña rechazó la fruta que acabas de meter a tu bolsa hace tres segundos? Para el colmo, tu roomie no está para ayudarte y en lo que tardas googleando cómo escoger la mejor fruta, esta ya se acabó y te quedaste con la fruta feita que nadie más se llevó.

¿Cómo elegir en el mercado lo que más te conviene? Te lo decimos todo en esta breve guía para elegir los productos del mercado o tianguis y que te saques un 10 en tu cena de navidad o de año nuevo.

#1 Lleva una lista de compras 

Hacer una lista desde antes siempre es práctico y objetivo. No necesitarás dar tantas vueltas cuando ya sabes a lo que vas. Si es posible, sepárala por categorías (porque si buscas nueces, generalmente en el mismo puesto venden almendras, así evitarás andar caminando de más).

#2 No olvides llevar efectivo y la barriga llena

Si vas con la barriga llena, es menos probable que te desvíes hacia los tacos de barbacoa o que te salgas de tu presupuesto para la cena navideña por los antojos; aunque si tu cartera se  lleva bien con tus antojos, ¡adelante! te lo mereces y el gym comienza en enero. 

Nunca olvides llevar suficiente dinero en efectivo al mercado. Llevar monedas evitará que el señor del puesto te odie por dejarlo sin cambio. Muchas veces no te quieren vender si no llevas cambio, y es que honestamente es de mal gusto pagar un ajo con un billetote. También te evitará un mal rato con depredadores que quieran bajarte tu quincena al ver que pagas tu ramito de espinacas de $3 pesitos con un billete de a $500. Esto es importantísimo para elegir en el mercado, es como “el básico”.

#3 Cómo elegir en el mercado: los basics

Los vendedores son cracks de la mercadotecnia y te van a decir que todo está fresco y del día, pero no siempre es así. Elegir en el mercado tiene su chiste. 

  • Para las frutas y verduras frescas, mientras más temprano vayas, mejor. Recuerda que “al que madruga, Dios le ayuda”.
  • Siempre busca que las frutas y verduras no se vean golpeadas o aplastadas Deben tener colores brillantes y ser firmes al tacto. Fíjate que las hojas no estén marchitas ni amarillas. Suena raro, pero checa las rugosidades. Mientras más liso el producto, mejor (a menos que sean elotes).
  • Si quieres comprar fruta muy madura porque está de descuento, revisa que no huela a podrido. Ya en casa, corta con al menos dos centímetros de distancia la parte fea para que no contamine lo demás.
  • Observa que los tubérculos no tengan raíces o brotes verdes porque eso significa que están ya viejos
  • Al comprar, usarás mucho el olfato para detectar olores sospechosos que te pueden decir si un producto ya está pasado.
  • Para madurar cualquier fruta que hayas comprado muy verde, envuélvela en periódico por unos días y ponla lejos de los rayos del sol, fuera del refrigerador.
  • Si dudas de algo, no lo compres. Confía en tu instinto.

Lo más difícil para elegir en el mercado:

Aguacate: Primero observa su color. Debe ser manchadito con tonos opacos verdes. Si quieres comerlo pronto, tiene que estar firme pero no duro al tacto. Toca la puntita que sobresale. Si se hunde, es mejor elegir otro. Si planeas comerlo después, elige uno verde con muy tenues manchas oscuras y que esté muy firme. Estará listo en 2 o 3 días.

Sandía: Esta es para másters de elegir en el mercado. Primero elige el tamaño que quieras. Después, observa su color: todas las sandías dulces y buenas tienen una mancha amarilla de UN SOLO LADO. Si tiene varias manchas. definitivamente quieren estafarte. Si tiene aún su “colita” revisa que sea color marrón y esté seca. Si esta es verde y gruesa, la sandía está como tu ex (bien inmadur@).

Limón: ¿Te ha pasado que compras limón y está más seco que el desierto del Sahara? Pues ya no más. Escoge siempre el más liso que encuentres, de color verde claro. Tiene que estar firme pero no duro, y sobre todo que sea brillante como tú.

Piña: Trata de levantar la piña desde una hoja de la corona. Si la hoja se desprende y la piña se cae, quiere decir que es dulce y está lista para comerse. 

Pepino: Ambos extremos deben estar firmes, no arrugadas ni blanditas. El color tiene que ser verde seco brillante. 

Plátanos: Si tienen pecas, están maduros, aunque esto no es malo si quieres preparar pan de plátano.

Brócoli: Tiene que ser verde oscuro, el tallo debe estar firme y las flores de la cabeza deben ser abundantes.

Carne de res: Debe ser rojita. Revisa que no tenga manchas grisáceas o cafés. La textura debe ser firme, de consistencia pegajosa, brillante, seca y sentirse fría al tacto. Si al tocarla se escucha un burbujeo, aléjate de esa carne porque está echada a perder. La grasa nunca debe verse amarilla o gris, esta debe ser blanca y de consistencia cremosa. 

Cerdo: Todo el mundo dice que la carne de cochino es mala, pero no es así si sabes elegirla y cocinarla bien. La carne tiene que estar limpia (si tiene puntitos blancos, ¡mucho ojo! podrían ser parásitos). El color debe ser rosáceo y la grasa debe ser firme y blanca. Lo más común para la cena de navidad es pierna o lomo. Pídelo según lo vayas a preparar (abierto, mechado o en trozos). Elegir en el mercado tiene sus ventajas.

Pollo: La piel debe verse rosácea, sin golpes o marcas, húmeda, sin manchas y no debe ser pegajosa. El aroma del pollo fresco es neutro, no es penetrante ni muy marcado. Es más económico elegir un pollo entero que uno ya cortado, que además se ve más bonito al centro de la mesa, pero si no tienes los utensilios adecuados para cocinarlo ni idea de lo que haces, mejor cómpralo en piezas pero despellejado y desgrasado.

Pavo: Este te recomendamos comprarlo en el supermercado. Recuerda ponerlo a descongelar tres días antes de prepararlo en la parte baja del refrigerador y con una bandeja, para que se deshiele suavemente. Una vez deshielado, lávalo bajo el chorro del agua y enjuágalo con vinagre para matar cualquier bacteria, en especial en el interior del pavo.

Pescado: Los ojos deben verse saltones, brillantes y transparentes, si están hundidos no es buena señal. La carne debe ser firme al tacto y de aspecto brillante. Las agallas deben verse de color rosado fuerte o rojizo, el aroma no debe ser penetrante. De preferencia, pídelo “descamado” (quiere decir sin escamas) y ahórrate una chamba bastante incómoda. Si cenarás bacalao, hay que ponerlo en una olla de agua con hielos para quitarle lo salado. Déjalo reposar por 15 minutos y escúrrelo. Harás este proceso tres veces. 

Ahora ya sabes lo básico para elegir tus productos para tu cena de navidad o de año nuevo. Recuerda siempre ser amable al comprar, si te vuelves amigo de los marchantes puede que te den mejor producto, mejores precios o hasta pilón. Siempre busca y compara los mejores precios y la calidad de los productos, pero por favor no regatees, apoya el comercio local. Recuerda llevar siempre tu bolsa de tela y tuppers en las visitas al mercado para ayudar al planeta generando menos residuos, y si planeas volverte un pro en las compras del tianguis, cómprate un diablito o una bolsa con rueditas. ¡Tu cena será todo un éxito! Te recomendamos este artículo de ideas para celebrar la navidad en pandemia.