Tener acceso a un patio o azotea, sobre todo en las grandes ciudades donde las construcciones se expanden para arriba, es cuestión de suerte o lujo cuando vives en un cuartito o un depa. Tender ropa cuando no se tiene un área específica para ello puede ser algo molesto, pero no es muy complicado de solucionar.

Tender ropa dentro del depa tiene su chiste. Hay altas probabilidades de que ocurran algunos accidentes o pequeñas desgracias por el agua escurrida, la humedad y los mecates atravesados. Sigue leyendo y aprende cómo hacerlo sin que termines mojando los muebles de tu roomie. 

#1 Primero, lo obvio: ahorrarse la tendida y usar una secadora

Sabemos que comprar una secadora es cariñoso, pero tenemos que mencionarlo antes de ir por las opciones “a la antigüita” cuando no hay tanto presupuesto. Si hay dinerito para comprarla, entonces es un must. Son mucho más baratas que las lavadoras (además de que muchas lavadoras ya traen incluida la función de secado) y por lo mismo son mucho más pequeñas.

#2 Utiliza ganchos para tender la ropa

Poner la ropa en ganchos y colgarla en la ventana es una manera de secar ropa bastante práctica, además de que ocupa menos espacio que al tender ropa con pinzas (espacio horizontal, do the math). Tendrás un plus si ya que esté seca la cuelgas directito en el clóset, este life hack te ahorrará tiempo. Recuerda que la ropa ya debe estar bien exprimida y solo necesita que le de la luz del sol un rato para que se termine de secar. Esto no es recomendable si está todavía chorreando de agua ya que puede ocasionar accidentes en conexiones o en algún mueble. 

#3 Tender la ropa en tendederos plegables

Estos los encuentras en internet, en el supermercado o en catálogos de esos de señora (sí, los de los tuppers, no te hagas… bien que los ubicas). Son súper prácticos porque cuando los terminas de utilizar puedes volver a ponerlos en su rincón. La ventaja de tender ropa con tendederos plegables es que puedes utilizar el área de la regadera en el baño de tu depa. Es una zona que tiende a ser algo amplia y está libre de que suceda algún accidente o imprevisto. Si tienes un balcón con muchas plantitas que oculten tus chones, entonces también es una buena opción para tu tendedero plegable. Si aún no tienes las plantitas, checa este artículo de cómo hacer un jardín en tu balcón. 

Tendederos retráctiles para tender tu ropa 

Esta es la opción más minimalista de todas, pues tendrás un tendedero nómada que no ocupa espacio en el suelo. Instalas el tendedero retráctil en una pared (de nuevo, recomendamos el baño), literal jalas el mecate y lo enganchas del otro lado. Cuando lo termines de usar, el mecate regresará al lugar de donde salió y nadie sabrá que tus bóxers de Spiderman estuvieron allí. Si conseguir un tendedero retráctil te parece una opción poco económica, sólo es necesario que tengas un tradicional e infalible mecate y que lo amarres muy bien dentro de tu baño. 

#5 El ventilador es tu mejor aliado

Si tú y tu roomie no pueden pagarse una secadora, expriman muy bien su ropa (para evitar desastres) y ya sea que utilicen ganchos o que tengan su propio tendedero plegable, coloquen el ventilador con todo su fua, y así podrán secar la ropa. 

Esta opción es más un tip de emergencia, como cuando te quedas sin calzones y tienes que lavar tu uniforme para ir al otro día al trabajo pero es un día bastante lluvioso.

Tips extra para tender ropa:

  • Recuerda que lavar la ropa con poca frecuencia hace que se acumule la ropa y que por ende necesites buscar un espacio mucho más grande para poder tenderla.
  • Si lo que planeas lavar es una frazada, colcha o cobertor, entonces pídele ayuda a algún amigui que te haga paro prestándote su lavadora modelo Nimbus 2050 que casi te da la ropa ya planchada y doblada.
  • Si vas a tender ropa en un área común, ten tantito pudor y quita tus trusas secas de la sala antes de que llegue tu roomie.  


Si lavar y tender ropa no es lo tuyo, no te preocupes. Aquí te decimos cuáles son los errores más comunes para que no los vuelvas a cometer y también cuáles son los pros y los contras de lavar en tu propia casa o en una lavandería.