¿Tienes un cuarto libre en tu casa y estás pensando en rentarlo? Sin duda, rentar cuartos es una manera de generar un ingreso extra, pero también puede ser una excelente oportunidad para conocer gente y hacer amistades. Existen puntos a favor y en contra que debes considerar antes de ofrecer un cuarto en renta en tu casa; esta guía tiene todo lo necesario para quien desea alquilar una habitación y compartir su casa.

Pros y contras

Tratar con personas nuevas siempre deja experiencias buenas y malas, y más si vas a vivir con ellas. Hay factores a favor y en contra que deberás tomar en cuenta si es que deseas compartir tu casa con otra persona.

Pros

Son muchos los motivos por los que alguien renta un cuarto en su casa. Además de que tendrás un ingreso extra, compartirás gastos, tendrás compañía, y dividirás las tareas de la casa. Vivir con roomies puede ser provechoso de muchas formas.

Siempre viene bien una mano a la hora de ordenar la casa, de sacar la basura o de limpiar el baño; éstas pueden ser tareas que repartas con tu roomie. También te darás cuenta que te tocará pagar menos por los servicios, y en la despensa si así lo acuerdan ambas partes.

Contras

Debes considerar que compartir tu espacio con otra persona podría resultar incómodo en algunos momentos, principalmente al inicio mientras tú y ese nuevo inquilino se adaptan.

Aunque tú seas el propietario, y sientas que tienes prioridad en el uso de los espacios comunes, en los muebles y en los utensilios de la casa, tu inquilino tiene el mismo derecho, pues está pagando por ello. Así que si no estás dispuesto a compartir, ¡olvídalo!

Si el inquilino y tú acordaron que las tareas de la casa, el pago de los servicios, y la limpieza corren por tu cuenta, sufrirás por momentos.

¿Cuánto se puede ganar?

Probablemente esto es lo que más te interesa saber. Rentar un cuarto te garantiza un ingreso mensual. Sin embargo, la cantidad varía con relación a la ubicación, el tamaño de la habitación, los espacios comunes, y los servicios que incluyes en el pago de la renta. El precio de un cuarto en renta en la CDMX va desde $2700 hasta $8000, en Monterrey el promedio es de $4100, y en Guadalajara es $3500. Revisa cuánto cuesta rentar en tu ciudad, y en tu colonia.

Hay quienes buscan la comodidad de un lugar en el que ya se incluya el pago de los servicios en la renta. Si optas por incluir el costo de la luz, el internet, el gas, y el agua en el precio de la renta, determina un valor promedio mensual de estos servicios; habrá ocasiones en que el uso de los servicios exceda el precio que estás cobrando, pero no podrás cobrar ese cargo extra, puesto que estarías rompiendo el trato que hiciste con tu inquilino.

También puedes establecer desde el inicio que el uso de los servicios se dividirá entre todos, por lo que el precio de la renta sería más bajo.

¿Qué hay de la ley?

La ley establece que toda actividad que genere un ingreso debe ser notificada, y se debe pagar un impuesto. Si quieres hacerlo legalmente, deberás darte de alta en la Secretaría o Ministerio de Hacienda de tu país, y declarar los ingresos que obtienes por la renta del cuarto.

Generalmente, quienes ofrecen una habitación en renta en su propia casa, evitan estos procesos burocráticos dado que el ingreso que reciben por esta práctica no es tan elevado como para invertir tiempo y recursos en requerimientos legales. Sin embargo, en el caso de que tu inquilino te solicite comprobantes fiscales por la renta del cuarto, tendrás que hacer todo el trámite.

En algunos países es posible deducir impuestos por esta práctica, pero lo mejor será que te asesores con un abogado.

El contrato

Ya que decidiste poner uno o más cuartos en renta, debes establecer las reglas, los derechos y obligaciones de ambas partes, tanto tuyas, como de quién habitará ese cuarto. Para todo esto sirve el contrato de renta; éste debe incluir tanto aspectos económicos, como de convivencia:

  • Nombre de ambas partes, tanto de quien ofrece la habitación, como de quién va a ocuparla.
  • La fecha en la que se está haciendo entrega, y desde cuándo será ocupada.
  • El precio de la renta; debes ser específico si se incluye el costo de los servicios o si eso será aparte.
  • El monto de la fianza, del depósito y de cualquier otra cantidad de dinero que recibirás por otros conceptos.
  • Descripción de la habitación. Si tiene baño propio, si cuenta con closet, si está amueblado; todos estos detalles son importantes para evitar problemas futuros de convivencia.
  • Las obligaciones y derechos de arrendador y arrendatario. Por ejemplo, cuestiones de limpieza, de labores del hogar, del pago de uso de servicios, y otros imprevistos.
  • La fecha en que termina el contrato, y si se devuelve algún monto que se cobró al inicio por concepto de aval o garantías.

¿Cómo elegir a tu próximo inquilino?

La elección de tu inquilino es fundamental para que tengas una primera experiencia agradable. Para ello, debes considerar aspectos económicos, laborales y personales. Tendrás que verificar que tiene ingresos suficientes para cubrir el gasto de la renta, que tenga disposición a compartir los espacios contigo, que sea una persona ordenada y responsable, y que cumpla cualquier cualidad que busques en tu compañero de casa. Esto no quiere decir que idealices a tu inquilino azul, sino más bien que establezcas requisitos mínimos para que la convivencia sea más fácil.

Habla con él de todo lo que te gustaría saber de la persona con la que compartirás tu casa; preguntas sobre su trabajo, sus amistades, sus horarios, y sus gustos, son básicas al momento de elegir a tu próximo inquilino. Es común pedir alguna referencia laboral o personal, pues es una persona que aún no conoces. Si es en plan de roomie, también a esa persona le gustará saber un poco de ti.

Sé claro con las reglas de tu casa, y con las cosas que te gustan y no te gustan; más vale que vean si son personalidades compatibles para compartir casa. Si uno de los dos fuma y otro no, si tienes un gato y la persona interesada es alérgica, o si él acostumbra tener invitados, pero eso no te gusta a ti, son cosas que harán difícil la convivencia en el día a día.

El consejo general es que consultes con amigos y conocidos su experiencia de haber compartido departamento o casa con otras personas, cómo es vivir con roomies, y qué puedes esperar al tener un inquilino en tu hogar.