Estrés, angustia y vergüenza… fue lo que viví cuando mi perro mordió a una persona. Les cuento mi experiencia y lo que hice para librarla en el incidente.

¡Hola! soy parte del equipo editorial de Roomi, y vengo a contarles mi experiencia de cuando mi perro mordió a una persona en la calle.

No soy una dueña de perro primeriza, pero sí es la primera vez que esto me pasa. Es muy estresante, angustiante y la verdad hasta vergonzoso con el resto de las personas que te están viendo y juzgando porque tú perro acaba de cometer tal atrocidad. Aún así, puedo decir que al final todo salió bien y que no pasó a mayores, siento yo que gracias a la respuesta rápida, honesta y amable con la persona afectada (¡que en este caso fue una viejita!).

Mi perra es súper tranquila y pacífica con las personas, jamás me imaginé que pudiera morder a una. 

Sé que muchos de la comunidad Roomi tienen perro y esto es algo que le podría pasar a cualquiera. Por eso decidí compartir mi experiencia y lo que a mí me funcionó para que todo saliera de la mejor manera posible. 

Los hechos

Les cuento rápidamente cómo sucedió todo: estaba comiendo con un amigo en un restaurante en una mesa sobre la banqueta. Yo tenía a mi perrita amarrada y su correa entrelazada en uno de mis brazos (como lo suelo hacer). Yo estaba al pendiente de los perros que pasaban cerca porque no con todos se lleva bien. Ella es súper tranquila y cariñosa con la gente, así que nunca debo de estar al tanto de las personas, solo de los perros y otros animalitos.

De pronto, cuando me di cuenta, mi perra se le aventó a una señora ya viejita y con bastón que estaba pasando muy lentamente a lado de nosotros. ¿Por qué se le aventó? la verdad no lo sé. Mi perra es adoptada y se ve que fue muy maltratada en su vida pasada, entonces tal vez al sentir el bastón de la señora tan cerca de ella, se sintió agredida y decidió responder. 

Por fortuna, solo alcanzó a rasgarle superficialmente con sus dientitos una de sus piernas, arriba del tobillo. Pero aún así, fue un sustote…

La reacción de la señora afectada

La señora gritó, manoteó y empezó a maldecir a mi perra. Me empezó a gritar que la agarrara bien y que si era agresiva no debía salir con ella a la calle y mucho menos estar sentada comiendo tan tranquila. 

Estaba súper enojada, y la entiendo. 

Mi reacción

Por supuesto yo estaba súper apenada, pero al mismo tiempo sacadísima de onda por que mi perra que es tan tranquila haya hecho eso. 

Lo primero que hice fue pedirle miles de disculpas a la señora (a lo que me respondía que eso de que le servía a ella). Le escribí mis datos en un papel y le dije que si necesitaba algo relacionado al incidente yo con mucho gusto me hacía cargo de todo. 

La señora agarró de muy mala gana el papelito y se fue. En menos de 2 minutos regresó y me dijo (exigió) que en ese momento la llevara al médico.

Ida al médico

Todo esto ocurrió en la colonia Escandón en la Ciudad de México que está atiborrada de farmacias con servicio médico. Le pedí a mi amigo que se fuera a mi casa con mi perra (estábamos a una cuadra del depa donde vivo) y yo me fui con la señora al doctor más cercano. 

Al principio la señora iba súper enojada, pero poco a poco se le fue bajando el enojo. Yo le comenté un poco sobre el contexto de mi perra y su antigua vida de maltrato y la señora solita llegó a la conclusión de que a lo mejor alguien le pegaba con un bastón o algo parecido y por eso reaccionó así. 

Todo el tiempo intenté ser lo más amable y paciente posible y creo que eso funcionó súper bien porque ella se tranquilizó bastante. Incluso, mientras esperábamos en la sala de espera del médico me empezó a contar sobre su vida. 

El médico la revisó y le dijo que tenía como un tipo rasguño muy superficial y que estaba bien. Aún así la señora quiso que le mandara algo para “curarse”, el doctor le recetó una pomada y un antiinflamatorio, yo los compré en ese momento y se los di a la señora.  

Final

En un cambio por completo de actitud, al final la señora me agradeció por haberme hecho responsable de lo sucedido, por no negarme a acompañarla al médico y por la disposición de pagar todos los gastos. Yo le reiteré que, si después llegara a necesitar algo más, me podía llamar y con gusto me haría cargo de cualquier otra cosa.

Al final nos despedimos amablemente y deseándonos lo mejor. Ella me dijo que qué desafortunado habernos conocido en una situación así, pero que le había dado gusto conocerme. 

En resumen

Creo que la reacción que tú tomes como dueño del perro que mordió a una persona es lo más importante.

Cuando la señora estaba gritándome y maldiciendo a mi perra, yo quería explotar y decirle que era una exagerada. Pero me contuve, traté de ponerme en su lugar y entender su enojo. Eso es clave para que todo salga bien.

También, debo aceptar que tuve suerte de que no me tocó una señora abusiva o hiper dramática, y que la herida fue muy superficial. De lo contrario, tal vez hubiera tenido que pasar por un proceso legal.

Pero bueno, amigos de Roomi, nunca saben cuando puede pasar algo así. Espero mi experiencia les sirva de algo por si algún día su perro llega a morder a alguien en la calle. 


No olviden apapachar siempre a sus perritos y jugar con ellos aunque sea dentro del depa