Por: Disenia

Mudarse solo es la mejor excusa para hacer una fiesta y alardear tu independencia. Pero, como sabes, para que las cosas sucedan como te las imaginas, tienes que esforzarte un poco… no demasiado, porque no vas a ofrecer un baile de salón, pero sí deberías tomar en cuenta algunas cosas:

1. Invita a tus vecinos

La mejor forma de evitar que tus vecinos volteen los ojos la próxima vez que te vean, es invitarlos a la fiesta. Quizás tengas a una familia con tres hijos en el departamento de enfrente, y lo más probable es que no muestren ningún interés en mezclarse con tus amigos, pero de esta forma quedarás como el amable joven que les advirtió que habría más movimiento de lo normal el fin de semana.

2. Sé selectivo con tus invitados

Asegúrate de invitar a gente que pueda tener cosas común o que se conozcan previamente. Ser lo único que une a un montón de personas que no tienen nada de qué hablar puede ser abrumador.

3. Cierra las puertas de los cuartos de tus roomies

Eres nuevo en este lugar, así que lo mínimo que puedes hacer es proteger las pertenencias de las personas que viven contigo. Cierra el área de dormitorios para evitar daños o para no encontrarte a un par de conejillos ebrios usando tu cama.

4. Asegúrate de tener suficientes lugares para que tus invitados se sienten

A menos que el tema de tu fiesta sea Woodstock, vas a tener que proveer áreas en las que tus amigos puedan hablar. La cantidad de asientos no tiene que ser proporcionalmente igual al número de invitados, simplemente dispón de algunos lugares en los que la gente pueda relajarse.

5. Sirve buena comida

La gente va a las fiestas esperando ser alimentada, unos totopos y unos frijoles de lata no son suficiente. Si se te da la cocina, esto no será problema, pero si no gozas de esas habilidades,  unas pizzas o unas alitas de pollo a domicilio bastarán. Cuando hagas tus compras piensa en tus amigos vegetarianos, pon algún platillo por el que ningún animal haya tenido que morir.

6. Pide a tus invitados que traigan lo que necesites

Estás comenzando de cero, la gente comprenderá si les pides que traigan lo que vayan a tomar o si le encargas a alguno que traiga hielo. La cuestión es que nadie adivinará tus pensamientos, tienes que aclarar que la fiesta es a contribución desde el inicio.

7. Haz un buen playlist

Define qué clase de fiesta vas a tener, ¿va a ser una reunión tranquila? Haz un playlist con música que no se meta en las conversaciones, ¿va a ser un desmadre? Asegúrate de disponer de varios ritmos que mantengan distraídos a los bailarines (ni el alma más reguetonera aguanta toda una noche con Pitbull).

8. Presenta a la gente que no se conoce

No quieres ser niñero de tus invitados tímidos, si ves que hay personas que no se conocen, preséntalos. Puedes hacer esto de manera más natural si inicias conversaciones hablando de temas que puedan tener en común.

9. No te emborraches

Si te empedas, vas a amanecer al día siguiente en una casa que no reconocerás. Necesitas estar en tus cabales para mantener a raya cualquier situación que pueda hacer que te arrepientas de haber hecho un open house.

10. Ten un plan de evacuación

Llegará el momento en el que quieras irte a dormir y tendrás en tu sala a unos invitados que no han entendido tus indirectas de bostezo. Como no puedes agarrar un cuchillo y espantarlos de tu departamento, sugerimos que apagues la música y salgas con una bolsa de basura. Ellos entenderán y no quedarás como un psicópata.