Dejar la casa de sus padres para vivir solos, con su pareja o con roomies, es muy importante para los jóvenes en la transición hacia la vida adulta. Pero, ¿qué sucede cuando no pueden salir por factores como la escasez de espacios o los precios de renta? Sin duda, se ha creado una alerta sobre la creciente crisis para encontrar alojamiento en la CDMX.

Yushari, química de 27 años, llegó hace cinco años a la Ciudad de México. “Vine de Monterrey por trabajo. Actualmente, rento en la zona de hospitales de Tlalpan y vivo sola, pero fue muy difícil encontrar un lugar porque me pedían aval o pagar dos meses de renta. Tuve que vivir en la sala de una amiga hasta que junté dinero suficiente para pagar el depósito”, comenta.

Como ella, muchos jóvenes –estudiantes y profesionistas– afirman que, en una ciudad tan grande y compleja como la CDMX, encontrar alojamiento se ha convertido en un víacrucis.

En la capital, por cada habitación que se ofrece para rentar hay, en promedio, cuatro personas buscando. Para delegaciones como Cuauhtémoc y Miguel Hidalgo, la oferta es de una habitación por cada nueve personas buscando.[1]

Además, el precio promedio de una habitación en renta oscila entre los $4,000 y $5,000. En zonas como Polanco, Condesa o Santa Fe, puede rebasar los $7000. De hecho, uno de nuestros estudios reveló que el precio en estas áreas aumentó aproximadamente 10% en los últimos 4 años.

Considerando que el ingreso promedio de un joven profesionista es de $11,213[2], los precios se han convertido en una barrera para independizarse. Por ejemplo, si un joven trabaja en Polanco y desea rentar una habitación cercana a su trabajo, deberá destinar poco más de la mitad de su salario mensual al pago del alquiler.

A los precios, se suman los complejos requisitos para rentar: aval, depósito, referencias personales y laborales, etc. “Llevo tres años y medio viviendo en la CDMX. Decidí venir para tener una mejor oportunidad laboral. Ha sido bastante difícil encontrar departamento en una zona céntrica y segura, con un precio razonable y trato directo”, afirma Yasser, diseñador gráfico de 28 años.

En su experiencia, “las inmobiliarias exigen un aval con bienes raíces en la ciudad, pero muy rara vez (los foráneos) podemos cumplir con ese requisito. Me tomó varios meses encontrar el departamento que tengo y lo conseguí llamando al teléfono que estaba rotulado en la lona afuera del edificio, a la antigüita. Tuve mucha suerte”.

A diferencia de otros países, casi no existen programas de apoyo para independizarse en la CDMX. En países europeos como Suecia, Noruega o Francia, las residencias estudiantiles son el primer paso de los jóvenes hacia la independencia, así como una solución al problema de alojamiento para quienes estudian fuera de su ciudad de origen.

En España, muchas instituciones ayudan a los jóvenes que buscan alojamiento accesible, por ejemplo, con programas que fomentan la convivencia entre adultos mayores que tienen una habitación libre en casa y estudiantes[3]. En otras regiones, como Estados Unidos, las universidades habilitan “dorms”, residencias estudiantiles a precio moderado.

Actualmente, no existen políticas ni condiciones institucionales en México que favorezcan la emancipación de los jóvenes. Si bien, a nivel federal, se impulsan programas de fomento a la vivienda a través del crédito, es cierto que la precariedad de los salarios, la burocracia y otros factores socioculturales hacen insuficientes estos programas.

Existen casos como el Instituto Mexicano de la Juventud, que tiene un programa para parejas con ingresos inferiores a 5 salarios mínimos, sin acceso al Infonavit o Fovissste. Sin embargo, es un crédito limitado a construir una sola vivienda y no es suficiente para cubrir los altos costos del predial. Además, sólo contempla a las parejas o familias jóvenes, pero no cubre a otros grupos de jóvenes.[4]

Basada en las políticas públicas y programas llevados a cabo en en otros países, así como en las opiniones de sus 500 mil roomies registrados, nosotros brindamos tres propuestas para corregir el problema de alojamiento antes de llegar a una situación de crisis en la CDMX:

1. Aprovechar las miles de habitaciones libres en los hogares de gente mayor en la ciudad, fomentando la renta de cuartos disponibles en casas y departamentos.

¿Cómo lograr este cambio? Por medio de:

– Campañas de difusión.

– Simplificación de trámites.

– Generación de incentivos fiscales para quienes ofrecen habitaciones. Además, esto generaría un ingreso extra para el arrendador.

2. Incentivar el desarrollo de viviendas cercanas a las universidades, involucrando al sector público y privado en la construcción y adaptación de estos inmuebles.

3. Crear subsidios de alojamiento para estudiantes admitidos en universidades fuera de su ciudad de origen, así como para profesionistas que obtienen su primer empleo en otras entidades federativas.

[1] Datos de Dada Room. En marzo de 2017 se anunciaron 1,336 cuartos en la CDMX y 5,276 roomies.
[2] Secretaría del Trabajo y Previsión Social. Observatorio Laboral. Promedio de ingreso de los profesionistas. 2016.
[3] Solidarios para el Desarrollo. Programa Vive y Convive del Ayuntamiento de Madrid. 2016.
[4] http://www.gob.mx/creditojoven/articulos/vivienda-para-jovenes-24464