Por qué mereces gastar dinero en ti y comprarte ese gustito

Muchos hemos tenido que tomar la noble y valiente decisión entre saber si comeremos bien en la semana o si vale la pena comer tortillas duras con tal de comprarnos ese capricho al que le traemos ganas desde hace meses. Aceptémoslo: darnos esos pequeños gustitos también contribuye a que nos sintamos bien con nosotros mismos. Y es que si trabajas duro para ti, ¿por qué no gastar dinero en ti?